Y otra semana más, os traigo una receta al blog, esta vez, un postre, merienda o tentempié dulce que me enseñó a hacer mi suegra y que la peque devora cada vez que lo ve.
Hasta que no fui a casa de mi suegra, no vi la posibilidad de preparar los boniatos de otra manera, que no fuera como plato salado y un día llegué y ahí estaba el postre, fácil, delicioso y adictivo.
Esta vez es cierto, es la receta dulce más sencilla que podáis hacer, cuando veáis los pasos, alucinaréis.
Ingredientes para 2 personas

- 1 Boniato
- Mantequilla
- Miel
- Canela
Receta paso a paso
Lo primero que debemos hacer es hervir el boniato. Así que la veremos el boniato, para quitar suciedad e impurezas. Pondremos una olla con agua y llevamos a ebullición.
En el momento que empiece a hervir ponemos el boniato, entero, dentro. Dejamos que cueza, hasta que podamos pincharlo bien, pero que no se nos deshaga.

Cuando haya pasado el tiempo y esté tierno. Sacaremos del agua a un plato y dejamos que temple.
Cuando ya no queme, encendemos el horno con calor arriba y abajo a 180º. Después pelaremos el boniato y cortamos, con la ayuda de un cuchillo a láminas, más o menos del mismo grosor y grandes.

A casa trozo de boniato, ponemos un poco de mantequilla (un cubito pequeño). Luego, con ayuda de una cuchara, esparcimos miel por cada trozo de boniato y por último espolvoreamos un poco de canela.
Hecho esto, lo introducimos al horno, durante unos 5 – 8 minutos. Tenemos que ver que la mantequilla se ha deshecho y el boniato coge un bonito color naranja brillante.

Para estar seguros, con ayuda de un tenedor, podemos pinchar uno de ellos. Si ves que no te cuesta, e incluso se rompe al introducir el cuchillo, es el momento de sacarlo del horno.
Dejas reposar unos pocos minutos, para que no te quemes. Después sirves los trozos de boniato y por último, para los amantes de la canela, te recomiendo un pequeño toque más.

Ahora solo queda, DISFRUTAR.