Hoy traigo una de esas recetas, facilonas y perfectas para cualquier día. La pueden disfrutar tanto grandes como peques y es una forma de ayudar a «enmascarar» un alimento que de por sí, muchas veces no gusta mucho.
Personalmente, no soy de esconder los alimentos, para que la peque se los coma. Tengo una hija que sabe lo que quiere y cuando lo quiere. Cabezota cómo su padre, si dice no, no la sacas de ahí, así que, aunque siempre le he dicho que hay que comer de todo y probar platos nuevos, ella elige cuando está preparada y esto nos ha ayudado a que no le coja ascos a ninguna comida y a día de hoy pueda comer de todo en casi cualquier sitio.
El otro día, sin ir más lejos, me pidió que le hiciera unos fideos con costillas, tenéis la receta aquí. Le encanta este plato. Hace un par de días por la noche, le hice una pechuga a la plancha con brócoli y me dijo… MAMI!! MI PLATO FAVORITO. La peque se queda en el cole a comer y siempre nos han dicho que no tienen que estar pendiente de ella. Que come genial y que incluso, ayuda a sus amigos cuando les cuesta acabar un plato. Me siento muy orgullosa, porque echando la vista atrás… Yo no era así, ni por asomo. A mi me enmascaraman ciertos ingredientes, pero daba lo mismo. Nunca quería comer. Lloraba. Pataleaba. Me dejaban horas delante del plato y nada de nada.
Pero eso os lo explicaré otro día… Ahora solo me queda dejaros con esta receta, de la que necesitarás muy pocos ingredientes.
Ingredientes:

- 1 Coliflor
- 40 gr de mantequilla
- 1/2 litro leche caliente
- 2 cucharadas de harina, aproximadamente.
- 100 gr de queso mozzarella rallado
- Nuez moscada
- Sal
- AOVE
Receta paso a paso
Lo primero que debemos hacer para empezar, es limpiar la, coliflor y cortarla, para sacar los arbolitos. Después toca cocinarla. Puede ser al vapor o cocida.
Yo lo he hecho como la segunda opción. No hace falta que esté mucho rato, no queremos que se cocine en exceso, pues luego en el horno, terminará de hacerse.
Cuando tengamos una coliflor a medio cocinar (estando algo dura todavía) la sacamos del fuego, escurrimos. Yo aquí, normalmente le echo un chorro de limón.
Mientras va sacando el exceso de agua. Encendemos el horno, calor arriba y abajo a 200º para que precaliente.

Ahora es el momento de hacer la bechamel y para ello, encendemos el fuego, ponemos una sarten y echamos la mantequilla, para que se deshaga.
Lo mejor que puedes hacer, es poner el fuego a intensidad media/baja, para que se mantenga caliente, pero no queme los ingredientes.
Removemos con unas varillas, para que se vaya deshaciendo la mantequilla. Cuando eso suceda, echaremos la harina. Removemos bien para que se cocine y se tueste levemente. Cuando veamos que su color y textura ha cambiado es momento de añadir leche.
Como habéis podido leer en los ingredientes, la leche caliente. Es mejor echarla caliente, para que no se creen grumos. Pero no es realmente necesario. Sólo que si la pones fría o del tiempo, tendrás que remover bien para que no haya grumos de harina por la bechamel.
Vamos echando la leche poco a poco, mientras vamos removiendo. Cuando veamos que empieza a espesar, echaremos la sal y la nuez moscada.
Seguimos removiendo un par de minutos más, máximo. Tiene que quedar una textura cremosa, no un mazacote. Por ello, cuando veamos que espesa, pero sigue algo suelta, es mejor apagar el fuego y seguir removiendo, pues con el calor residual, termina de hacerse.

Después, pondremos nuestra coliflor en una bandeja apta para horno. Echaremos la bechamel por encima y luego el queso mozzarella rallado. Metemos en el horno y dejamos que se cocine hasta que veamos que la parte de arriba se ha gratinado.
Suelen ser unos 10 – 15 minutos. Pasados esos minutos, apagamos el horno, sacamos la bandeja y dejamos reposar un par de minutos. Servimos y voilá. Nos ponemos las botas con un plato tan sencillo, como delicioso.
Ufff, la coliflor y yo no nos llevamos. Es por ese olor que… creo que ni con esta deliciosa bechamel tan bien gratinada que le has puesto, entraría… jejeje
Me gustaLe gusta a 1 persona
JAJAJAJA. Hay platos que por mucho que le hagamos mil cosas, no entran. A mi n ome des guisantes.
Me gustaMe gusta