Estos días ha hecho mal tiempo y, aunque seguimos encerrados, a mi solo me apetecen platos calentitos y de cuchara.
Cuando era pequeña había un plato que nos hacían cada semana en el cole. Fideos a la cazuela. Lo odiaba. No me gustaba nada y tenía tan mal recuerdo que, sinceramente, de mayor me resistía a volver a probar.
Pero tenemos que ser el ejemplo de nuestros hijos y aunque las lentejas que traje la semana pasada sigo siendo reticente, a los fideos sí les di una oportunidad y ¡qué bien que lo hiciera! Un plato delicioso, con pocos ingredientes, estupendo para días como hoy.
Ingredientes

- 400 gr de costillas de cerdo
- 250 gr de fideos
- 1 cebolla
- 1 hoja de laurel
- 3 dientes de ajo
- 1 trozo de pimiento rojo
- medio vaso de vino
- 2 cdas de tomate frito
- 1 cdta de pimentón dulce
- 1 l. de caldo de carne
- 1/2 l. de agua
- AOVE
- Sal
Receta
Lo primero que debemos hacer, para tenerlo todo preparado y que no os pille el toro es rallar la cebolla y los ajos. Para el pimiento, yo utilizo un cuarto del pimiento rojo que tenga. No es mucho trozo. Y lo cortaremos a cuadrados medianos (tirando a pequeños). Lo dejaremos todo preparado con los demás ingredientes.
Para empezar a cocinar, pondremos un buen chorro de aceite en la cazuela donde vayas a hacer los fideos. Cuando el aceite esté caliente, echar las costillas.
CONSEJITO: Para que las costillas queden melosas y ricas, lo mejor es que no sean demasiado grandes. Así cuando se cocinen la carne quedará blandita y deliciosa. Pídele a tu carnicero que las corte en trozos pequeños. Si váis al super y cogéis la bandeja directamente, si tenéis trozos grandes intentad cortar la carne, aunque se separe un poco del hueso, no pasa nada.
Debemos dejar que las costillas se doren bien, para ello, no debéis empezar a remover, si no, empezarán a soltar agua y se cocerán en vez de dorar. Lo mejor es que cuando echéis la carne, bajéis el fuego a la mitad. Dejad unos minutos que se vayan haciendo, parecerá que se pegan en la olla, pero no pasa nada. Cuando veas que están doradas por un lado, debéis darle la vuelta para que se doren por el otro lado.
Pasado el tiempo y cuando tengáis las costillas doraditas, echaréis medio vaso de vino para cocinar. Dejaremos que el alcohol se evapore. Seguid con el fuego medio.
CONSEJITO: Yo lo que hago, es que después de echar el vino, le doy un pequeño meneo a la olla para que se cocinen las costillas y cojan el gustillo.
Cuando el alcohol se evapore tenéis que hacer el sofrito, para ello, podéis dejar las costillas o sacarlas de la olla. Yo las primeras veces que cociné el plato las sacaba, para poder hacer bien el sofrito y que no se me quemara ningún ingrediente.
Sacamos las costillas de la olla y reservamos en un plato. Echamos la cebolla, el ajo y el pimiento en la olla, vamos removiendo para que no se pegue. Cuando veamos que la cebolla blanquea y el ajo empieza a dorarse, echaremos el tomate y el pimentón y removemos.
CONSEJITO: Yo pongo tomate frito, a veces si tengo casero, si no, de bote. Le da un toque delicioso. Si quieres hacerlo totalmente casero, entonces, deberías comprar tomates y rallarlos. Ese tomate rallado también te serviría pero tendrías que dejar que se evaporara todo el agua.
Cuando todos los alimentos estén bien integrados, echar las costillas, de nuevo y añadir el caldo de carne. Dejar que hierva. En el momento en que empiece a hervir, bajar el fuego a velocidad medio-bajo. Y deja cocer durante una hora, hora y cuarto, aproximadamente.

Para saber que está todo bien, pasada la hora, normalmente cojo uno de los trozos más grandes de carne y lo pincho, si el tenedor entra sin problema en la carne y vemos que está jugosa, es el momento de añadir los fideos y dejar cocer, el tiempo que te marque le paquete. En este caso, son 12 minutos.
Si ves que durante la cocción de la carne o cuando eches los fideos, no hay suficiente caldo, se puede echar agua. Pero recuerda que siempre tiene que estar caliente. Yo, normalmente, en el momento en que echo los fideos añado medio litro de agua caliente, para que pueda cocer durante 12-15 minutos y no se quede sin líquido. Ir removiendo de vez en cuando para que no se peguen los fideos en la cazuela.
Nos gustan los fideos melosos, pero no que se tengan que comer sí o sí, con cuchara. Por eso, al añadir el agua, siempre dejo que queda un poco por encima de la mezcla, pero no lleno la olla hasta arriba del todo.
Pasado el tiempo de cocción de los fideos, yo los dejo reposar un par de minutos. Luego solo toca servir y disfrutar.

Me recuerdan totalmente a los fideos a la cazuela que hacía mi madre en casa… ¡qué delicia! y ¡qué recuerdos!
CocinaDeEmergencia!
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Gracias!! La verdad es que están deliciosos!
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Menuda pinta, me trae recuedos deliciosos y sabrosos de la infancia. Compartido y votado.
Un saludo
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Muchas gracias 🙂 Están deliciosos
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Uy…mi madre los hacía y les tengo una manía…no sé si seré tan valiente como tu de darles una segunda oportunidad…
Abrazos
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Bueno… yo a las lentejas no he podido darles una oportunidad. Hay veces, que nos supera… pero podrías prepararlo en casa y que lo pruebe tu familia, a ver qué les parece… a lo mejor, incluso, te convencen 😛
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